Es un postre típicamente estadounidense, cuya primera mención fue en 1897 en el catálogo de Sears and Roebuck (una compañía de venta por catálogo). El origen parece ser casual, atribuido a un cocinero despistado que olvidó agregar la levadura a su bizcocho de chocolate.
Hay muchas recetas diferentes para los brownies, se pueden hacer con trocitos de chocolate, butterscotch (una especie de toffee crujiente), mantequilla de cacahuete, en mi caso me he decantado por los trocitos de nueces, con una receta con la que se puede disfrutar de un sabroso pastel de chocolate de un modo fácil y rápido, en aproximadamente media hora.
Para ello necesitamos:
200 g de chocolate para postre.
150 g de mantequilla.
4 huevos.
150 g de azúcar
70 g de harina
Nueces al gusto
Los pasos a seguir son los siguientes:
1. Derretir el chocolate con la mantequilla.
2. Batir con huevos con la harina y el azúcar en un bol. Añadirle el chocolate cuando se haya enfriado, y agregar las nueces bien picadas, mezclándolo todo bien, pero ojo, hacerlo despacio, sin llegar a batir, así evitaremos que nuestro brownie se vuelva demasiado esponjoso.
3. Lo metemos en un molde y lo introducimos en el horno que previamente habremos calentado. 20 minutos a 180º. (para saber si está hecho por dentro solo tendremos que pincharlo con un cuchillo una aguja, si esta sale limpia, quiere decir que nuestro pastel de chocolate esta listo.
El Brownie se puede servir frío o caliente, yo me he decantado por lo que se conoce comúnmente como brownie à la mode, el pastel caliente acompañado de helado de vainilla.
