Debo disculparme, puesto que aún no me he presentado, estoy más cerca de la treintena que de los 20. Soy una amante de la arqueología, la fotografía y la naturaleza.
Paseando, pierdo fácilmente la noción del tiempo, y soy incapaz de salir de casa sin el reproductor de música.
Adoro viajar, me encanta buscar en cada uno de los sitios que visito, ese lugar en el que podría pasarme horas y horas, admirando las vistas, en buena compañía o, simplemente sumiéndome en mis pensamientos. Como diría una buena amiga "tengo una vida interior muy rica".
Las charlas con los amigos en el local de siempre, una copa de vino o un buen libro, son las pequeñas cosas que me hacen feliz.
Tengo mis manías, como cualquier otro, y mis vicios, soy tremendamente cabezota, un poquito inconstante y por que no decirlo, algo impaciente.
Como buena Asturiana adoro la sidra y una buena fabada.
Hace unos meses, di por terminado el que fue mi primer blog, que me acompaño durante unos añitos, empezó siendo un lugar donde mencionar aquellas cosas que llamaban mi atención en el día a día, pero con el tiempo, se convirtió en algo así como un diario, no puedo comenzar este blog, sin hacer mención al anterior, puesto que no deja de ser una continuidad.
jueves, 8 de julio de 2010
CAMBIOS
La vida está llena de etapas, la infancia,la niñez, la adolescencia, la juventud... estás son meramente clasificaciones técnicas para el estudio del comportamiento humano.
Cada individuo tendrá sus propias etapas, más o menos definidas, marcadas por las vivencias, por los sueños y el esfuerzo llevado a cabo para cumplirlos, unas veces son etapas que comenzamos de forma voluntaria, y en otras ocasiones, son impuestas por el entorno, pero no dejan de ser momentos y experiencias que irán forjando nuestro carácter, y que nos irán encaminando hacia uno u otro lugar en la vida.
Lejos de tanta trascendencia, yo me encuentro al principio de una de estas etapas, que espero sea próspera y larga. Recién me gradué hace unas semanas, y digamos que aún no me hago a la idea de lo que se me vine encima. Sigo metida en el roll de esa estudiante que acabo su curso y tiene unos meses de vacaciones por delante, antes de regresar a la universidad.
Como culo inquieto que soy, si bien soy consciente de que no volveré a tener unas vacaciones como estas, no he podido resistirme a la tentación de, un año más, apuntarme a una de esas prácticas de verano, con las que supuestamente adquieres experiencia para ese futuro laboral que nos aguarda.
Consciente de encontrarme en ese momento en que se mezcla el final de algo, de una etapa, con el principio de otra, he creado este blog que nace sin grandes pretensiones, será para mi como ese diario que nunca he llegado a escribir, o como una referencia, para no perderme entre todos esos cambios que se avecinan.
Cada individuo tendrá sus propias etapas, más o menos definidas, marcadas por las vivencias, por los sueños y el esfuerzo llevado a cabo para cumplirlos, unas veces son etapas que comenzamos de forma voluntaria, y en otras ocasiones, son impuestas por el entorno, pero no dejan de ser momentos y experiencias que irán forjando nuestro carácter, y que nos irán encaminando hacia uno u otro lugar en la vida.
Lejos de tanta trascendencia, yo me encuentro al principio de una de estas etapas, que espero sea próspera y larga. Recién me gradué hace unas semanas, y digamos que aún no me hago a la idea de lo que se me vine encima. Sigo metida en el roll de esa estudiante que acabo su curso y tiene unos meses de vacaciones por delante, antes de regresar a la universidad.
Como culo inquieto que soy, si bien soy consciente de que no volveré a tener unas vacaciones como estas, no he podido resistirme a la tentación de, un año más, apuntarme a una de esas prácticas de verano, con las que supuestamente adquieres experiencia para ese futuro laboral que nos aguarda.
Consciente de encontrarme en ese momento en que se mezcla el final de algo, de una etapa, con el principio de otra, he creado este blog que nace sin grandes pretensiones, será para mi como ese diario que nunca he llegado a escribir, o como una referencia, para no perderme entre todos esos cambios que se avecinan.
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