lunes, 3 de enero de 2011

AÑO NUEVO, VIDA NUEVA.


Esta debe de ser una de las frases que más se repite en los últimos días... y bueno, en mi caso es cierto, aun no ha ocurrido nada realmente, pero ha de pasar.

Estoy, como miles de españoles, buscando trabajo, pero con el aliciente de que será mi primer trabajo remunerado, recalco esto de remunerado, porque a lo largo de mis años de estudiante, me he hartado de ir de un lado para otro, como estudiante en prácticas durante las vacaciones de verano.

Ojo! que tiene su encanto, hay que currar, eso es innegable, pero conoces sitios, gente, y aprendes cualquier cosa, a veces nada que ver con lo que se pretende, pero no deja de ser conocimiento, y bueno, que te quiten lo bailao.

Hoy he experimentado la sensación que produce enviar decenas de curriculum, y ver el buzon de recibidos, de mi cuenta de correo electronico, vacío.
Sí, se que es demasiado pronto, pero es imposible no estar pendiente, al menos para mí, que soy un poquito impaciente.

Lo más frustrante de todo, es pensar que más del 50% de los e-mails no serán leídos; de la mitad restante, un 35%, será ojeado por arriba, del cual habrá una respuesta automática de agradecimiento, en un 2%, en la que nos informan de que nuestro contacto será incluido en su base de datos. Y digo yo: eso, ¿me lo tengo que creer?... solo en 0.01%
Y bueno, del porcentaje restante de los e.mail enviados, mejor ni hablar.

Puedo parecerte muy negativa, pero seamos realistas, o esperas a que salga una oferta de trabajo, o nadie va a crear un empleo para ti. Y en el caso de que exista un puesto vacante, ¿a quién van a llamar primero? ¿a alguien con experiencia, a alguien con quién hayan trabajado antes, o a ti, un desconocido que quiere estrenar su primer trabajo?

Que no cunda el pánico o "que no panda el cúnico", como decía el Chapulin Colorado, es en este punto, donde entra en juego un factor importante, importante pero aleatorio: la SUERTE.

Sí señor, que encontremos trabajo depende de algo tan efímero como la suerte, todo el mundo habla de ella, pero nadie la ha visto, eso es como las Meigas, que haberlas hailas. Visto así, casi es mejor, encomendarse a todos los santos y ver que pasa! jajajaja

Antes de que te de un ataque al corazón con todo esto, reflexiona, es simple: a casa no van a ir buscarte, pues sí Mahoma no va a la montaña, tendrá que ir la montaña buscando a Mahoma.

Yo no creo en las Meigas, pero sí creo, que trabajando se puede conseguir cualquier cosa. ;)

( Mejor no hacerle mucho caso a mis palabras, solo son reflexiones terapéuticas para superar el desasosiego de la espera)

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